miércoles, 30 de noviembre de 2016

Olmos y Robles (T2)

El año pasado, por estas mismas fechas, os traía la reseña de la T1 de esta serie española de casos centrada en un par de guardias civiles en un pueblecito de La Rioja. Cuando la escribí aún no se sabía si iba a tener segunda temporada o no. Finalmente, tuvo la suerte de ser renovada y ahora estamos en las mismas, sin saber si tendrá una T3. Sin embargo, a diferencia de aquella, en ésta la cosa queda bien cerrada, sin hilos sueltos (al menos, que yo recuerde) que dejen preguntas sin respuestas. Si queréis saber si considero que estaría bien o no que la tenga, más allá de que no la necesita, tendréis que leer un poco más.

Argumento

Tras pasar varios meses cumpliendo peligrosas misiones con su unidad del Grupo de Acción Rápida de la Guardia Civil, el teniente Robles vuelve a Ezcaray para reencontrarse con su excompañero, el cabo primero Olmos.

Su vuelta al pueblo coincide con la visita de Mateo Fresneda, exministro del Interior y subsecretario de la OTAN, que vuelve a su localidad natal para ser nombrado ‘Hijo Predilecto’.

Todos los vecinos acuden al evento, que se complica por la presencia de Gaspar Miñambres, un periodista que planea reunirse en secreto con Mateo Fresneda para revelarle una importante información contra una empresa que está a punto de firmar un contrato multimillonario con la OTAN. El acto, que debería ser una fiesta distendida, pronto se convierte en una auténtica pesadilla para todos los presentes, ya que el Ayuntamiento es tomado por un grupo armado. Olmos y Robles tendrán que volver a trabajar juntos, como en los viejos tiempos, si quieren salvar a Fresneda y a los vecinos de Ezcaray.

Reseña

A diferencia de la temporada anterior, ésta ha tenido 10 capítulos, un par más. Pero esta mayor longitud no ha servido para darle realismo. La serie había que tomarla con humor desde el principio, aparte de por los gags que tiene, porque no hay quien se crea los casos rocambolescos ni la trama principal que tiene de fondo (el pasado de Robles que se abrió en la T1 y el tema de la OTAN que se suma aquí). No es una serie para tomar en serio. Y esto no es grave per sé, Castle también tenía unos giros de guión algo locos y casos con elementos "fantásticos" (que luego resultaban no ser tales), pero funcionaba de maravilla. Aquí los casos individuales han seguido estando bastante bien, pero la trama principal... digamos que a los guionistas se les ha ido demasiado...


Por otro lado, lo que iba a ser la baza de esta T2, la mayor inclusión de mujeres, ha acabado siendo decepcionante porque que éstas hayan tenido más peso en la serie sólo ha servido para aumentar las tramas románticas. Así de triste y de duro. Vamos por partes:

- Isa Antúnez y Sebastián Olmos. La pareja más salvable porque ya se había dejado caer en la T1 y la relación ha seguido una evolución lógica, algo torpe pero con una ternura que la hace creíble. Sin embargo, lo rebuscado del pasado de ella que han metido por medio del guión para que así tuviese un papel (muy cogido con pinzas) en la trama principal no tenía ni pies ni cabeza. 

- Nora Salgado (la jueza) y Agustín Robles. Lo bueno de incorporar a un personaje femenino con un papel de autoridad en una serie protagonizada por dos hombres se va al traste cuando queda reducida a mero interés romántico con muy escasos momentos para demostrar su valía. Y encima la pareja no funciona. El "romance" es precipitado, forzado y con una absoluta falta de química. Más habría valido que lo hubiesen dejado caer como posibilidad (al igual que con la pareja anterior en la T1) y que, en caso de haber T3, ya desarrollarlo con más naturalidad o realismo.

- Cata (la hostelera) y Damián (el alcalde). Y vamos de mal en peor. Con esta pareja hay una subtrama en el pueblo debido a que él quiere montar un campo de golf para un magnate chino, aunque para ello tenga que expropiar terrenos a sus conciudadanos. Ya se sabía que Damián era un politicucho pomposo, con ínfulas y falso desde la T1, pero ahora resulta que también es corrupto. Pues como "del amor al odio hay un paso", mientras Cata le planta cara saltan chispas y... Y llegamos a una relación tóxica en la que él miente, engaña y se llega a aprovechar de las ideas de ella. Cata sufre, le dice que no quiere saber nada más de él pero... llegamos al final del último capítulo y *happy-end*. Ejemplo perfecto de romance tóxico que queda legitimado en la historia.


- Casiana Arrea es el único personaje femenino que no emparejan de mala manera. Una nueva guardia civil que llega al pueblo y que cuenta con una magnífica puntería que demuestra al final de la T2. La pena es que su rol más destacado durante toda la serie quedase reducido a "damisela en apuros que debe ser rescatada" en uno de los capítulos. Y todo para que Esteban Atiza, otro guardia civil nuevo esta temporada, tuviese cierta evolución personal al culparse del peligro por el que ella pasa.

En definitiva, la serie mantiene el humor y sigue siendo un entretenimiento simpático para las noches frente al televisor. Memorables son los capítulos en que se monta un "club de asesinatos" por un evento literario con autores de misterio que acaba teniendo muertos de verdad o aquel en que no hay una justificación a lo que ocurre que no sea por extraterrestres. Por capítulos así, la serie merece la pena. Sin embargo, la complejidad forzada que le han querido dar al argumento principal y el desastroso tratamiento de las relaciones románticas y los personajes femeninos le han hecho perder muchos puntos. 

Creo que, antes de seguir desbarrando, y ya que el final de la temporada ha sido cerrado, sería mejor que la dejasen como está. Claro que, si corrigiesen esos problemas, no diría que no a más casos simpáticos y con su misterio teniendo en cuenta las posibilidades que tiene el elenco de personajes de dar momentos memorables.

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