viernes, 8 de mayo de 2015

Eso pasa por enamorarte, de Aya Oda

Todavía no he cogido ritmo de lectura, cosa que espero que cambie pronto, pero para no dejar más tiempo el blog sin contenido, hoy os traigo una de esas reseñas que hice para PSS. A este paso, como mi pereza lectora siga mucho más, os voy a acabar colgando todas las que hice XD. La de hoy, creo que fue la última que llegó a salir publicada antes de su cierre =(

Una de las autoras fetiche de Ivrea es Aya Oda, de la que se han podido ver publicadas una buena cantidad de sus obras, siendo esta serie su primera apuesta en el género josei, tanto en Japón como aquí. 

Datos

Título original: Koi wo suru made kaesanai
Autora: Aya Oda
Tomos: 2
Año: 2009-2010 (Japón) 2011 (España)
Revista: Petit Comic
Editorial japonesa: Shogakukan
Editorial española: Ivrea
Estado actual: Publicación completa
Precio: 8€

Curiosidades / Datos extras

- Primera serie josei de Aya Oda tras varias historias cortas de dicho género. No obstante, en un primer momento se pensó como historia corta, y eso se aprecia en el primer capítulo.
- Al final del segundo tomo se incluye una historia extra titulada Miss 1 –No digas que es amor– (Miss Ichi ~Koi nante Iwanai de~) que fue su primera incursión en el género josei. Salió en la Petit Comic del 8 de Abril de 2009.
- Al acabar la historia principal hay unas tiras cómicas centradas en el personaje secundario Hideyuki Etou.

Argumento

Con 21 años y una mala racha laboral, Tamako Sawa ha conseguido al fin un empleo a tiempo parcial en una empresa llamada “Smile Maid”. Esta empresa ofrece personal para servicios domésticos y tienen una norma que siguen a rajatabla: toda relación amorosa en el lugar de trabajo implica un despido inmediato.

Los últimos tres meses, Tamako ha estado trabajando en la residencia de los Uehara. Todo sería perfecto si no fuese por las continuas insinuaciones del hijo único de la familia, Yuu Uehara. A éste le quedan apenas seis meses para acabar el bachillerato y empezar la época de exámenes de acceso a la universidad.

Tamako no puede evitar sentirse nerviosa con cada acercamiento por parte de Yuu. Sin embargo, es muy consciente que empezar una relación con un chico menor que ella no sólo pone en riesgo su trabajo, sino que podría llegar a afectarle a él en su futuro.

Reseña

Las series de Aya Oda, en líneas generales, no suelen ser especialmente originales. Se basan en desarrollar una historia amorosa con más o menos enredos provocados por terceros y por dificultades que la propia pareja protagonista debe superar. Aquí se da este mismo esquema con algunos temas que son interesantes de analizar.

En primer lugar, la obra resulta original por plantear una historia en que la chica es algunos años mayor que el chico, cuando lo habitual, en caso de haber una diferencia de edad, es al contrario, lo que se da especialmente en relaciones de profesor y alumna. No obstante, esto no supone una mayor madurez por parte de Tamako. Aún así, el planteamiento permite que los protagonistas se enfrenten a dilemas algo diferentes a los más habituales.

Otro punto interesante es recurrir al denostado trabajo de ama de casa sin usar el arquetipo o fetiche de las “maids”, o criadas, cuyo atuendo recuerda al de las sirvientas clásicas. Se trata de un empleo tan digno como cualquier otro y es un tema que se llega a valorar en la historia.


Algo que podría echar para atrás a posibles lectores es el planteamiento que se da en otras historias de "criada que debe satisfacer al amo”. Aya Oda no hace uso de esa visión machista de “yo soy tu señor y haces lo que te ordene” que tan a mano tenía si hubiese querido crear escenas picantes o de celos. La relación entre los protagonistas es bastante natural y las dosis de sexo que se dan en la obra son dulces, románticas y buscadas por ambas partes.

En general, se trata de una historia sencilla, dulce y bonita, que trata algunas cuestiones sutilmente diferentes a las habituales, todo de manera más o menos realista. Por desgracia, el empleo de los clásicos terceros, que intentan entorpecer la relación, le hace perder bastantes puntos, ya que recurre a lo más típico de estas situaciones.

Respecto a la protagonista, Tamako, es bastante cabezota, además es consciente de que su relación con Yuu no es todo lo apropiada que debería, y todo esto hace que se intente guardar para sí sus sentimientos. A pesar de la diferencia de edad, en realidad no es mucho más madura que él, lo que hace, por un lado, que se desaproveche este tema y, por otro lado, da una protagonista poco original y más propia del shôjo que del josei. 

Por su parte, Yuu es un chico de muchas caras: adorable, cariñoso, apasionado, maduro e inmaduro a la vez. La ternura y el amor que siente por Tamako es más que evidente. No obstante, el lector se queda con cierta intriga por saber de dónde y por qué surgieron realmente esos sentimientos, dado que la historia comienza cuando él ya se le insinúa y, a lo largo de ésta, no hay ningún flashback o explicación por su parte que lo aclare.

En cuanto a los secundarios, sólo son relevantes los dos que se interponen en la relación de ambos cumpliendo más de un cliché. Por un lado, Hideyuki Etou, un ex de Tamako que la casualidad lleva a que sea profesor de Yuu. Por otro lado, cierra el cuarteto Mika, una compañera de Yuu que aparece más avanzada la historia. Sin mucho peso en la historia, pero siendo un personaje muy interesante que podría haber dado más juego, queda la madre de Yuu.

Pasando a comentar el extra Miss 1 –No digas que es amor–, se trata de una historia más habitual en el género josei, pues se centra en la relación entre dos compañeros de trabajo en un ambiente de oficina: Reiko Nagasawa y Takashi Akabane. Ambos son unos adictos al trabajo y, por más que Reiko lo niegue, Takashi le gusta, pero sobre todo no quiere perder su respeto. Es una historia simple, completamente predecible y con su puntillo de emoción. Entretiene pero es fácilmente olvidable.

El dibujo de Aya Oda es uno de sus puntos fuertes. Dibuja a unos personajes sumamente atractivos y añade numerosos detalles pero sin llegar a hacerlo recargado. Trazo fino y mucho cuidado con las tramas. No tiene un estilo muy original pero entra fácilmente por los ojos ya que es muy agradable y preciosista. Con respecto a sus obras anteriores, destaca el intento de darle un aspecto más adulto a sus personajes, procurando que se note un poco la diferencia de edad. Por otra parte, los fondos son prácticamente inexistentes salvo cuando son necesarios para ubicar la escena. El resto del tiempo recurre al uso de tramas para rellenar el espacio blanco, lo cual es bastante común en el género.

La edición de Ivrea es la estándar de la editorial: sobrecubiertas, papel blanco, bastante cuidado en la rotulación, especialmente de textos fuera de bocadillos y onomatopeyas. La traducción no tiene fallos reseñables y las notas de traducción están bien ubicadas. Por tanto, se puede considerar una edición con una buena relación de calidad-precio.

En conclusión, Eso pasa por enamorarte tiene una trama que no deja de ser previsible con los típicos secundarios que sólo quieren interponerse de mala manera. No obstante, tiene algunos detalles que la hacen especial y, al final, se trata de una historia romántica bastante bonita que hará las delicias de quien busque una serie corta, dulce y sin pretensiones cuya finalidad sea el mero entretenimiento. Podría haber sido mucho más interesante si le hubiese sacado partido a los temas que tenían potencial y que sólo se tocan de pasada.

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